"FEUD: CAPOTE vs THE SWANS": EL ALMA, EL DIABLO, LA FAMA Y... ¿EL SENTIMIENTO DE CULPA O LA FALTA DE INSPIRACIÓN?
A la izqda., póster publicitario de Capote vs. The Swans, segunda temporada de la serie Feud. A la dcha., dibujo que recrea una escena de la serie con Tom Hollander encarnando a Truman Capote
El 5 de marzo de 2017, se empezó a emitir por la plataforma estadounidense FX la primera temporada de la serie Feud, la cual tenía ocho episodios y se titulaba Bette and Joan. Feud es una palabra inglesa, que, según el contexto, puede ser traducida, aparte de como "feudo", como "riña", "enemistad hereditaria", "odio de sangre" o "disputa tonta". Y es que el propósito de Feud era mostrar en sus sucesivas temporadas diversas pugnas, rivalidades, controversias y luchas emblemáticas en el seno de la cultura norteamericana contemporánea. El título de Bette and Joan correspondían a los de los personajes protagonistas de esa primera temporada, Bette David y Joan Crawford, y a la enemistad que surgió entre ellas a raíz del rodaje y promoción de la película ¿Qué fue de Baby Jane? (1962) de Robert Aldrich. El 7 de febrero de 2024, se estrenó la segunda temporada de la serie (la cual, en España, está disponible en HBO Max), con el título de Capote vs. The Swans, y la misma gira en torno al enfrentamiento de Truman Capote con las más conspicuas representantes de la alta sociedad neoyorquina tras largos años de relación idílica. Si la primera temporada de Feud, siendo correcta, resultaba un tanto convencional y ofrecía pocas sorpresas en relación al tema abordado, la segunda entrega elevaba considerablemente el nivel (con la dirección de seis episodios por parte de Gus van Sant, uno por Max Winkler, el quinto, y otro por Jennifer Lynch, el séptimo) y nos ofrece una aguda exploración sobre los temas del éxito, la fama, la imagen social y los tributos que se han de pagar a cambio del reconocimiento público masivo.
Arriba, póster publicitarios con seis de las actrices protagonistas que forman parte del reparto de Feud vs. The Swans: Naomi Watts, Diane Lane, Chloë Sevigny, Calista Flockhart, Demi Moore y Molly Ringwald
Es ampliamente conocido que, tras que su novela Breakfast at Tiffany's fuera llevada al cine en 1961 por Blake Edwards –en España, como ya sabrán, el título de la película fue Desayuno con diamantes– y que se produjera la publicación de la que es probablemente su obra magna, A sangre fría, en 1966, Truman Capote se hallaba en la cúspide del prestigio, la fama y el reconocimiento social. En el ambiente de la alta sociedad neoyorquina, el escritor es casi como un dios que tiene la puerta abierta de las familias más destacadas y poderosas de Manhattan, de forma que, por tanto, tiene acceso a muchos secretos y detalles de sus vidas privadas. El acontecimiento emblemático de esa posición de privilegio se producirá el 28 de noviembre de 1966 cuando el autor celebre el "Black and White Ball" (el "Baile en Blanco y Negro"), la que ha llegado a ser calificada como la mejor fiesta de la historia y en la que aparecer o no en la lista de invitados preparada por Capote era un signo bien de notoriedad manifiesta bien de vergonzosa irrelevancia, momento que la serie recoge en su tercer episodio. Ya no era que la alta sociedad de Nueva York encumbrara a Truman Capote, es que el dedo de Truman Capote parecía señalar y dibujar la pirámide de la estructura social indicando quiénes figuraban en los escalones más elevados y quiénes estaban en los niveles secundarios. Todo ello se quebró abruptamente en 1975, cuando el escritor publica en la revista Esquire un fragmento de su largamente esperada novela Plegarias atendidas, titulado La Côte Basque 1965 (nombre de un restaurante de la ciudad), fragmento en el que revela intimidades de varias de las familias de alta alcurnia en las que era acogido con alborozo. A pesar de que no eran mostrados con sus verdaderos nombres, todos los personajes que aparecían en la narración eran fácil y claramente reconocibles, por lo que el escándalo consiguiente fue tan veloz como explosivo y condujo al rápido ostracismo de Capote dentro del ambiente social donde hasta ese momento era prácticamente un rey sin corona. A raíz de ello, el autor vivió un progresivo declive que condujo a su fallecimiento el 25 de agosto de 1984 en el barrio de Bel-Air, en Los Ángeles, un fallecimiento en el que, según el informe forense, el consumo de drogas jugó un papel fundamental.
En los dibujos superiores, recreaciones de cuatro de las escenas de Feud: Capote vs. The Swans
Hay varias hipótesis que podemos esbozar sobre por qué Truman Capote se lanzó a desvelar aspectos de las vidas privadas de sus amistades arriesgando evidentemente con ello la posición social que había alcanzado, hipótesis que, todas ellas, encuentran su acomodo en la serie. La primera es que el autor, sin tiempo para su trabajo, ocupado como estaba por su intensa actividad social, recurre al único material que tiene a mano (las vidas de las personas que conocía perfectamente) para poder avanzar en la obra por la que ya había recibido por parte de la editorial un cuantioso anticipo. Vendría a ser la consecuencia paradójica del logro del éxito en el campo de una actividad creativa o artística: el conseguirlo implica, por el conjunto de citas, obligaciones y relaciones sociales que conlleva, perder la capacidad para continuar de forma regular con dicha actividad. Existe una segunda hipótesis que también podría resultar verosímil (y que no excluiría totalmente la anterior): Capote, endiosado hasta un extremo que le hizo perder la lucidez, pensó que el publicar La Côte Basque 1965 no iba a tener mayores consecuencias. No solo eso, sino que incluso pudo llegar a pensar que las personas aludidas le iban a estar eternamente agradecidas por convertirlas en objeto de una de sus creaciones literarias y dejarlas cristalizadas para siempre como personajes de ficción en una obra que iba a perdurar en el tiempo. Y, finalmente, hay una tercera hipótesis, más sibilina y retorcida, y tendría que ver con un sentimiento complejo en el subconsciente de Capote, mezcla de rechazo a lo que había llegado a ser y de aversión intima no reconocida a la clase social que lo había elevado a los altares. El autor, pudiendo haber pensado que había vendido su alma al diablo, se autosabotea sin confesárselo a sí mismo para redimirse de una culpa que no había querido admitir. No es solo su conversión en ídolo/mascota de la élite de Manhattan sino que habría que retrotraerse a la problemática redacción de A sangre fría y las sospechas de manipulación de algunos de los participantes en los hechos y de distorsión de algunos de los acontecimientos –quien haya visto la película Truman Capote (2005) de Bennett Miller, protagonizada por Philip Seymour Hoffman, ahí habrá encontrado reflejadas ambas circunstancias– para concluir que el escritor podía arrastrar remordimientos por varios y diversos motivos y que la publicación de La Côte Basque 1965 quizás vino a ser un acto inconsciente de penitencia. En el quinto episodio de la serie, una fantasía sobre un hipotético encuentro del protagonista con James Baldwin, el escritor afroamericano comprometido por excelencia, viene a plasmarse que, efectivamente, siendo Capote el autor que mejor conocía los entresijos de la clase dominante, era el más preparado para realizar contra la misma un ataque demoledor.
En el dibujo superior, recreación de una de las escenas de Capote vs. The Swans
Es, quizás, el momento de hablar del título de la novela inconclusa que fue, al final, el detonante de la decadencia y caída de Truman Capote. ¿De dónde viene la expresión Plegarias atendidas? Pues dicha expresión pertenece, sorprendentemente, a una cita de Santa Teresa de Jesús: "Se derraman más lágrimas por las plegarias atendidas que por aquellas que permanecen desatendidas". En cierto modo, viene a ser la versión cristiana de aquella cita clásica que venía a decir que "los dioses castigan a los seres humanos concediéndoles aquello que más desean". En el caso de Capote vs. The Swans, las plegarias del autor irían destinadas a obtener la gloria y, una vez alcanzada, descubrió una verdad que tal vez le resultara desagradable: raramente, la creación y el arte pueden estar al margen ni, mucho menos, en contra de la realidad del poder. Más bien, son las estructuras dominantes las que terminan decidiendo qué tiene repercusión y qué no. Llegar a ser consciente de ello cuando has llegado a la cima puede ser frustrante, amargo o decepcionante para quien no esté dispuesto a aceptarlo. Y Capote, dentro de su solo aparente aire de frivolidad, probablemente llegó a una certeza que no le devolvió una imagen demasiado favorable de sí mismo. No sabemos si la publicación de La Côte Basque 1965 fue un acto de desafío o de inmolación pero, con él, el autor acabó mostrando los mecanismos implacables que empujan a los resortes del éxito y la fama. El final de Capote viene a ser el aviso actualizado de lo que se le decía a los generales victoriosos que entraban en Roma para ser homenajeados: "Recuerda que eres mortal". En este caso,habría que reformular la frase para hacernos ver que la gloria es efímera y que puede irse tan rápidamente como llegó. Todo depende de los designios de quienes tienen el poder para determinar el rumbo de los acontecimientos.
Como acompañamiento al artículo, enlazamos el vídeo del documental A Visit with Truman Capote (1966) de Albert Maysles, David Maysles y Charlotte Zwerin, al cual se hace referencia en eltercer episodio de la serie y donde se pueden ver los preparativos y la celebración del famoso "Baile en Blanco y Negro" que Capote celebró a finales de 1966.
A Visit with Truman Capote (1966) de Albert Maysles, David Maysles y Charlotte Zwerin
Enlace a la serie Capote vs. The Swans en HBO Max: https://play.max.com/show/8eb3c58e-2d4c-45b6-927c-748468d8bf4e
Si hay dos personajes en la iconografía norteamericana de la época (ambos nacieron al comienzo del segundo cuarto del siglo XX, con dos años de diferencia) que fueron salvados y, a la vez, destruidos por el éxito, son Truman Capote y Marilyn Monroe. Ambos tuvieron una enorme popularidad social y ambos vivieron una tremenda soledad en medio de todos. El artículo de Jose Manuel Cruz sobre Capote es espléndido. De las tres posibilidades que señala sobre la autodestrucción del escritor al publicar "La Cote Basque", desvelando vida y secretos de tantos destacados conocidos, me quedo con las tres, pues son complementarias y no excluyentes. Alegre y sufriente al mismo tiempo, Truman Capote hizo de la extroversión el modo de superar su introversión. Hasta en eso fue contradictorio. Gran artículo.
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