"CONCIERTO DE ARANJUEZ" DE JOAQUÍN RODRIGO: CONTINUACIÓN DE UNA TRADICIÓN UNIVERSALISTA

A la izqda., dibujo que recrea busto de Joaquín Rodrigo en el parque de España en Rosario (Argentina) a partir de fotografía de Mrexcel. A la dcha., imagen creada con Midjourney.


Nos recordaba Agapito Maestre en la reciente conversación que mantuvimos con él con motivo del II Encuentro de Res Hispánica en San Lorenzo de El Escorial la Oda a Francisco Salinas de Fray Luis de León, esa exaltación a un músico invidente que, precisamente por el hecho de serlo, era capaz de llegar a las esferas más elevadas de la creación y la excelencia, a un músico que lo llega a ver todo porque no puede ver nada (en metáfora paradójica –por mística–, lúcida y esclarecedora), a un músico que, pudiendo prescindir de las apariencias, sabe cómo aprehender la auténtica esencia de todas las cosas: "El aire se serena / y viste de hermosura y luz no usada, / Salinas, cuando suena / la música extremada, / por vuestra sabia mano gobernada. / A cuyo son divino / el alma, que en olvido está sumida, / torna a cobrar el tino / y memoria perdida / de su origen primera esclarecida". Como si no se trataran únicamente de unos versos laudatorios de un músico contemporáneo al poeta sino de una profecía o una clarividencia proyectada a tiempos futuros, algo más de tres siglos después de esta célebre poema surgió la figura del maestro Joaquín Rodrigo (1901-1999), también músico, también invidente (por culpa de una difteria contraída a los tres años), también capaz de transmitir con sus composiciones las sensaciones de lo elevado e inefable y creador de la pieza más popular, conocida y escuchada de la música clásica española posterior a la Guerra Civil: el Concierto de Aranjuez.


Imagen creada con Midjourney


Joaquín Rodrigo compuso el Concierto de Aranjuez a principios de 1939 en París. ciudad a la que el compositor se había trasladado en 1927 para estudiar en la École Normale de Musique y donde conoció a quien seria su futura esposa, la pianista turca Victoria Kamhi. Allí permanecería hasta el año citado de 1939, cuando, ante los graves problemas de penuria económica por los que estaba pasando el matrimonio, deciden volver a España. Cuando atraviesan la frontera, no tienen nada de valor en sus maletas salvo la partitura de la obra musical que, sin que en ese momento lo sepan, convertirá inmediatamente a Joaquín Rodrigo en una celebridad. El Concierto de Aranjuez es una composición musical para guitarra y orquesta dividida en tres movimientos: Allegro con spirito, Adagio (el más conocido de los tres) y Allegro gentile. Sus notas están inspiradas por los recuerdos que el compositor conservaba en su memoria de los jardines del Palacio Real de Aranjuez (según palabras del propio Joaquín Rodrigo, los sonidos intentan  capturar «la fragancia de magnolias, el canto de los pájaros y el chorro de las fuentes» de los jardines de Aranjuez) aunque la melancolía que impregna todo el conjunto se ha dicho que también puede expresar la tristeza por la tragedia asociada a nuestra Guerra Civil. La gran particularidad de la obra es el papel protagonista de la guitarra que, lejos de verse diluida por el sonido de la orquesta, mantiene su presencia vigorosa a lo largo de toda la partitura.


Imagen creada con Midjourney


El Concierto de Aranjuez se estrenó el 9 de noviembre de 1940 en el Palau de la Música Catalana de Barcelona. En Madrid, se interpretó el 11 de diciembre de 1940, en el Teatro Español. En ambas ocasiones, la guitarra fue responsabilidad de Regino Sáinz de la Maza, uno de los más importantes guitarristas de nuestra historia. Desde entonces, se ha vuelto a interpretar innumerables veces por todo el mundo, siendo la composición española posterior a la Guerra Civil más conocida y popular. Hoy, enlazamos tres versiones de la misma. La primera, es de la Orquesta Sinfónica de Minería (de Ciudad de México) y fue interpretada en su Temporada de Verano de 2023. La segunda, es de la Orquesta Nacional de Dinamarca y fue ejecutada el 30 de septiembre de 2020 (con la dirección del maestro Rafael Frühbeck). Finalmente, como curiosidad, incluimos el álbum Sketches from Spain de Miles Davis, el cual incluye una versión en clave jazz del segundo movimiento del concierto, el Adagio. Son solo tres ejemplos de los muchísimos que podríamos traer a colación tanto de interpretaciones orquestales del concierto como de versiones pop, jazz o rock del mismo, lo cual convierte a la pieza en un auténtico clásico contemporáneo. Y ello ha sido posible porque, sin duda, Joaquín Rodrigo supo trasladar a la sensibilidad actual toda una tradición musical que, con rasgos inequívocos de la idiosincrasia hispana (esa presencia estelar de la guitarra, por ejemplo), aspira sin duda alguna a la comprensión universal. Antes que recurrir a la experimentación, Joaquín Rodrigo confía plenamente en la raigambre de su inspiración para crear unas notas que, asociadas a rasgos esenciales de la cultura española, son capaces de conectar con todo tipo de músicos y de oyentes en cualquier lugar del mundo. El Concierto de Aranjuez es una prueba más de que el universo hispánico solo puede ser concebido y entendido no como un organismo encerrado en sí mismo sino como un ente con capacidad de abrirse al mundo y de poder asimilarlo, comprenderlo y enriquecerlo decisivamente. El Concierto de Aranjuez es la constatación de que hispanidad y universalidad han sido, son y pueden seguir siendo conceptos perfectamente sinónimos y equivalentes.


INTERPRETACIÓN POR LA ORQUESTA SINFÓNICA DE MINERÍA (Temporada de Verano 2023 // Director artístico: Carlos Miguel Prieto // Guitarrista: Pablo Sainz Villegas)

 

 

 

INTERPRETACIÓN DE LA ORQUESTA SINFÓNICA NACIONAL DE DINAMARCA (30 de septiembre de 2020 // Dirección: Rafael Frühbeck de Burgos // Guitarrista: Pepe Romero)

 

 

 

ÁLBUM SKETCHES OF SPAIN (1960) DE MILES DAVIS

 

 

 


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