Hoy, en nuestra sección "Cine-Club", traemos una pequeña obra maestra, un perfecto artefacto narrativo que es todo un clásico de la serie B que, además, encierra lecturas de carácter moral y existencial verdaderamente sorprendentes. Se trata del film estadounidense Con las horas contadas (1949), cuyo título en inglés es D. O. A., es decir, dead on arrival, expresión que se puede traducir como "llegó cadáver" (y que, como comprobarán, constituye la clave de todo el argumento). Dirigida por Rudolph Maté –realizador entre otras de Cerco de odio (1948), Cuando los mundos chocan (1951), Perseguida (1953), Coraza negra (1954), Hombres violentos (1955), Horizontes azules (1955) y La ley de los fuertes (1956) y prestigioso director de fotografía con títulos tan afamados como La pasión de Juana de Arco (1928) y Vampyr (1932) de C. T. Dreyer, Liliom (1934) de Fritz Lang, Desengaño (1936) de William Wyler, Stella Dallas (1937) de King Vidor, Tú y yo (1939) de Leo McCarey, Enviado especial (1940) de Alfred Hitchcock, Ser o no ser (1942) de Ernst Lubitsch, El orgullo de los Yanquis (1942) de Sam Wood, Las modelos (1944) y Gilda (1946) de Charles Vidor, La diosa de la danza (1947) de Alexander Hall y La dama de Shangái (1947) de Orson Welles– y protagonizada por Edmond O'Brien –el famoso "hombre que sudaba" en La condesa descalza (1954) de J. L. Mankiewicz–, quien interpreta con convicción a un personaje en una situación límite, Con las horas contadas nos mantiene ochenta minutos en vilo mientras se descifra un enigma cuyo desenlace conocemos desde el principio.
En el siguiente vídeo, amplio información sobre la película:
Y, a continuación, pueden disfrutar del film:
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