"LA VERBENA DE LA PALOMA" DE TOMÁS BRETÓN Y RICARDO DE LA VEGA: LA FIESTA COMO CATARSIS

Imagen creada con Midjourney


El 15 de agosto es uno de los días del año en el que más fiestas se concentran en España. Según el calendario católico, en esta jornada se celebra la festividad de la Asunción, es decir, la conmemoración de la subida de la Virgen María al cielo en cuerpo y alma. Pero, como casi toda festividad hispana, tiene un reverso pagano o semipagano por el cual creo que lo que se quiere conmemorar es el principio del fin del verano. El estío comenzaba tradicionalmente a languidecer a partir de esa fecha: las temperaturas empezaban a descender suavemente y los días se iban acortando de manera claramente apreciable. Aunque esto último se sigue produciendo de la misma manera, el calor cada vez se prolonga por más tiempo pero, de todas maneras, las festividades del 15 de agosto siguen conservando ese aire de explosión veraniega final, de último estallido alegre y colorido antes de que llegue el otoño y los tonos ocres, amarillentos y apagados. La fiesta siempre tiene algo de catarsis, de revelación de lo que se halla oculto pero sigue latiendo detrás o debajo de las fachadas y apariencias y, seguramente por ello, Jacinto Esteva, en Lejos de los árboles (1972), intentó profundizar en el alma española a través de fiestas extremas y desaforadas (desde la rapa das bestas de Sabucedo pasando por la batalla del vino en las Fiestas de san Felices de Haro, la procesión de los disciplinantes de San Vicente de Sonsierra, los endemoniados de la romería de Nuestra Señora de O Corpiño, la romería de la Virgen del Rocío de Almonte o los Bous a la Mar de Denia), como si en ellas estuviera la esencia de un pueblo inclinado permanentemente al exceso y la sobreactuación. Sin llegar a tales polos frenéticos y delirantes, otros ejemplos más amables y contemporizadores reflejan sutilmente ese carácter catártico que toda festividad encierra, su potencial de desordenar para, al final, crear un orden diferente o, como mínimo, proporcionar un orden corregido, reajustado o reequilibrado, tal vez el mismo orden de siempre pero limpiado de aristas y tensiones, absolutamente preparado para seguir adelante con la costumbre y la rutina a partir del día siguiente. Es el ejemplo de La verbena de la Paloma.


En los dibujos superiores, imágenes creadas con Midjourney


La verbena de la Paloma es una zarzuela con música de Tomás Bretón y libreto de Ricardo de la Vega que fue estrenada el 17 de febrero de 1894 en el Teatro Apolo de Madrid. Se desarrolla, según anuncia el título, durante las fiestas en honor a la Virgen de la Paloma de Madrid, las cuales se celebran, precisamente, cada 15 de agosto y su argumento se centra en los conflictos amorosos entre Julián y Susana, dos jóvenes cuya relación no deja de estar atravesada por numerosos enfados y peleas. Durante la festividad de la Paloma, y después de numerosos avatares, se convencerán de que ambos están enamorados y decidirán casarse para pasar juntos el resto de sus vidas. La obra consta de un único acto, el cual está dividido en tres cuadros diferentes. Resulta llamativo que, incluso antes de que existiera el cine, de que naciera Hollywood y de que se hicieran habituales los happy ends de las películas románticas, este clásico del llamado (para algunos, mal llamado) "género chico" ya concluyera en feliz boda de los protagonistas, demostrando que, para el público mayoritario, hay predilecciones que el cine comercial lo que se ha limitado es a reproducir sin ningún tipo de prejuicios ni reticencias. Sorprende también que, a la altura de finales del siglo XIX, la obra tomara la fiesta como epicentro de una convulsión vital y emocional. Posiblemente, en esa intuición, que presenta rasgos de intensa modernidad, radica el hecho de que, frente a otras zarzuelas, La verbena de la Paloma haya seguido siendo una de las más populares y representadas desde que la misma fuera compuesta.


En los dibujos superiores, imágenes creadas con Midjourney


A continuación, enlazamos tres vídeos con tres representaciones de La verbena de la Paloma muy diferentes entre sí. La primera, es del año 1995 y se hizo en el Teatro Calderón de Madrid y es la más ajustada al espíritu original de la obra. La segunda, es del año 2023 y fue realizada por la Orquesta Sinfónica y Coro de RTVE. En ella, el componente teatral tiene menos relevancia y tiene mayor papel la parte sinfónica y musical. Finalmente, la de 2019, realizada en el Teatro de la Zarzuela, es la más innovadora, pretendiendo trasladar la pieza a una estética más moderna y rompedora. Elijan la que prefieran. O vean las tres y, después, decidan cuál es la que más les ha gustado. De todas formas, las dos versiones más recientes demuestran que se trata de una zarzuela que sigue formando parte del repertorio habitual de los teatros y compañías más prestigiosos de nuestro país.


REPRESENTACIÓN EN EL TEATRO CALDERÓN EN 1995



REPRESENTACIÓN DE LA ORQUESTA SINFÓNICA Y CORO DE RTVE EL 13 DE NOVIEMBRE DE 2023


 

REPRESENTACIÓN EN EL TEATRO DE LA ZARZUELA EL 1 DE MARZO DE 2019

 




Comentarios

  1. Las imágenes creadas para esta entrada son puro arte. Qué maravilla. Soy un enamorado de la zarzuela desde chico, gracias a que primero lo fue mi padre y me llevaba a la representación de prácticamente todas las importantes. "La verbena de la Paloma" es, sin duda, una de las más populares. Aunque yo tengo predilección por algunas de temática diferente, como "Los gavilanes" o "La dolorosa". Género mucho más grande del que la nombra, sí. Aparte de las romanzas, hay temas musicales que no se olvidan, como los de, por ejemplo, "El barberillo de Lavapiés" o "Agua, azucarillos y aguardiente"...

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