Este jueves, 14 de agosto, ha terminado con la triste noticia del fallecimiento, a los 94 años de edad, de la actriz Gena Rowlands (1930-2024). Gena Rowlands logró la popularidad entre el gran público por sus papeles en los films Otra mujer (1988) de Woody Allen y, sobre todo, El diario de Noa (2004) de Nick Cassavetes (hijo de la actriz). Sin embargo, la base de su prestigio y de su reconocimiento como actriz se halla en las películas dirigidas por su marido, John Cassavetes, que ella protagonizó: Ángeles sin paraíso (1963), Faces (1968), Así habla el amor (1971), Una mujer bajo la influencia (1974), Noche de estreno (1977), Gloria (1980) y Corrientes de amor (1984). El binomio John Cassavetes-Gena Rowlands fue fundamental para lograr la proyección y repercusión del cine independiente estadounidense, esa "Escuela de Nueva York" que se propuso ser una alternativa al cine de Hollywood y que, aunque encerrado finalmente en sectores minoritarios del público, logró una amplia y fructífera influencia en todo el cine de autor posterior a ambos lados del Atlántico. Sin la actuación y genial aportación de Gena Rowlands, las películas citadas no hubieran llegado al nivel que lograron alcanzar, y podemos afirmar que las mismas convirtieron a la actriz no solo en musa sino en estandarte del movimiento cinematográfico mencionado, logrando ser referencia y fuente de inspiración para varias generaciones de actrices que tomaron a Rowlands como ejemplo y pauta artística a seguir.
En el dibujo superior, recreación de un momento de la interpretación de Gena Rowlands en Una mujer bajo la influencia (1974) de John Cassavetes
Como homenaje a la actriz, en nuestra sección "Cine-Club", proyectamos el largometraje Faces, el cual es un paradigma del estilo y características de la "Escuela de Nueva York": cámara al hombro, abundancia de primeros planos, montaje entrecortado, interpretaciones naturalistas, rodajes en escenarios reales y no en decorados, improvisación en el desarrollo de las escenas (spoiler: como anécdota, en la última escena estaba previsto que John Marley –el actor que unos años más tarde se encontraría la cabeza de su caballo en la cama en El padrino– abandonara la casa pero, finalmente, él, en el momento del rodaje de dicho momento, creyó que lo coherente para su personaje era que permaneciera allí y así fue como quedó el desenlace, fin del spoiler), mirada crítica a la realidad estadounidense... marcan un código cinematográfico completamente alejado de los parámetros comerciales hollywoodenses y conformando unos modos expresivos (expresionistas) de gran potencia. En Faces, Gena Rowlands ofrece una de esas grandes interpretaciones que ella siempre sabía brindar con energía y convicción prodigiosas. Descanse en paz.
FACES (1968) DE JOHN CASSAVETES
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