Imagen creada por Midjourney
(Esta entrevista fue publicada originalmente en la página web del autor, www.josemanuelcruz.es, el 22 de enero de 2016)
En el día de hoy, entrevistamos al guionista, director, productor, novelista, autor teatral y fotógrafo Óscar Plasencia. El motivo de pedirle que hablara con nosotros es su participación en el proyecto Tras las huellas de Sebastián, documental que reconstruye la vida del compositor vitoriano Sebastián Iradier.
Óscar se ha implicado en este proyecto gracias al impulso de las hermanas Maribel y Maite Larrañaga, quienes tienen una larga carrera profesional en Estados Unidos como publicistas y creativas. Tras las huellas de Sebastián será dirigido por Óscar Plasencia y Maribel Larrañaga y profundizará en la vida y obra de un compositor cuya figura es, aún, enormemente desconocida.
Maite Larrañaga
Maribel Larrañaga
PREGUNTA: Buenas tardes, Óscar. Tú naciste en Argentina pero tus orígenes familiares son españoles. Es decir, tus genes han hecho una especie de viaje de ida y vuelta. Es una historia muy interesante la de cómo tus abuelos se marcharon a Argentina y, posteriormente, tú viniste a España…
RESPUESTA: Exacto. Mis abuelos por parte paterna son españoles, malagueños concretamente, y por parte materna son catalanes. Y, además, no lo oculto. Mis apellidos son: Plasencia Girona.
Mis abuelos por parte paterna, cuando eran muy jovencitos, estaban de novios y, tal como era esa época, no los dejaban estar de novios y, al final, se metieron en Málaga de polizones en un barco y llegaron a Argentina como podían haber llegado a Australia. Allí, hicieron su vida, tuvieron muchos hijos y creo que el viaje de regreso, ese círculo, lo cerré yo porque, de todos mis tíos, mis primos, que tengo miles, yo fui el único que me vine a vivir a España…
No sé, creo que eso es algo que uno va interpretando con el tiempo. Mi idea no era cerrar un círculo pero, a medida que iba pasando el tiempo, y que me iba enamorando de este país, y haciendo todo mi trabajo y toda mi vida, me di cuenta que, de alguna forma, yo estaba cerrando el círculo de ellos. Porque, fíjate, mis abuelos, a pesar de que a mis abuelos tanto mis tíos, como mis padres, les ofrecieron muchísimas veces volver a visitar España un tiempo, ellos se negaron siempre. Ellos querían tener la misma imagen que tenían de España cuando se fueron y no quisieron volver. Es decir, quien volví fui yo…
P: Es decir, se trata de algo muy cinematográfico. Es alguien que encuentra su destino en el pasado, aunque parezca paradójico…
R: Sí, totalmente. Yo creo que hay algo de destino. Porque, cuando yo me vine aquí, yo era músico, tenía un grupo musical, hacíamos muchas giras, vivíamos un poco de eso mientras simultáneamente estudiaba cine.
Yo me vine a Europa con la intención de vivir en París, donde prácticamente casi todos mis héroes literarios y cinematográficos vivían o vivieron… Esa era mi intención. Pero, al final, llegué a España de forma transitoria y me fui quedando, me fui quedando por alguna razón… Luego, estuve viviendo en Francia, en Inglaterra, en los sitios que también están relacionados con la memoria de uno, pero siempre he terminado volviendo a España y aquí me quedé. Ya llevo más años viviendo en España que los que viví en Argentina.
P: Es decir, de hecho, España ya es tu país…
R: Sí. De hecho, hace poco hablaba con un amigo mío que es escocés y conversamos un poco del desarraigo. Yo voy a Argentina y, realmente, me gusta mucho Argentina, tengo muy buenos amigos… Echo de menos, sobre todo, los amigos. Pero, cuando voy, me siento un poco como extranjero… Eso ya es el desarraigo en toda su expresión. Y es duro. Es triste también. Pero, evidentemente, los países te marcan y uno, de alguna forma, es del país donde ha crecido, donde, en mi caso, tuve una hija, donde desarrollé todo mi trabajo profesional… Este es mi país, está claro.
P: Por cierto, ¿qué música tocabas cuando estabas en tu grupo?
R: Al principio, cuando tocábamos, lo que hacíamos, que también era un modo de formarnos musicalmente, eran versiones, de la Creedence Clearwater Revival, de Yes, de los Beatles, de los Rolling Stones… Y después, progresivamente, empezamos a hacer ya versiones propias, empezamos a entrar en esa fase de buscarle otra vuelta a la música, de no ser una especie de repetidores de lo que ya estaba hecho…
La verdad es que fue bastante bien. Fue una muy buena experiencia… En esa época, vivíamos haciendo muchas giras por un montón de sitios e íbamos consiguiendo dinero y me fui pagando los estudios… Lo dejé en un momento determinado también por otra cuestión bastante romántica. Me salió la posibilidad de trabajar en Brasil en un circo de magia, en un circo que no tiene animales, en un circo de magia que es el más grande que existe en Latinoamérica, se llama Circo Tihany ...
Yo por una cosa nostálgica de Fellini, de admiración incondicional por él y su mundo, y, dentro de ese mundo, el circo era muy importante, me fui a Brasil y estuve recorriendo todo el país con el circo durante casi un año… Y me pareció una experiencia magnífica, maravillosa… No solamente por la gente que conoces en el circo, que son todos artistas, que tienen un mundo propio, un mundo muy rico, sino por toda la gente que fui conociendo en la gira…
El circo se iba a otro país y yo, allí, decidí terminar y ahí fue cuando tomé la decisión de venirme a Europa… La verdad es que fue una experiencia magnífica. También un poco idealizada. Porque, evidentemente, ese circo mágico de Fellini, que yo quería encontrar, no existe. Existía en la cabeza de él.
Pero sí que es un mundo muy interesante. Porque en ese circo todos eran magos, magos de todo el mundo… Y mi intención no sólo era conocer gente sino desarrollar la vocación de ser mago, que era lo que más me hubiera gustado ser aparte de cineasta…
Intenté durante un año aprender el oficio, aprender de los magos, pero me di cuenta que es un mundo muy cerrado donde, prácticamente, te ayudan en las cosas superficiales del oficio pero, para entrar en ese mundo, y realmente aprenderlo a fondo, me hubieran hecho falta muchos años y decidí seguir teniendo ese sueño de la magia ahí guardado y dedicarme fundamentalmente al cine.
P: Como vamos viendo, tú te has dedicado a muchas cosas… Tú has sido guionista, director, productor, pero también has trabajado en el circo, te has dedicado a la fotografía, a la música… Pero, ¿te consideras, básicamente, un hombre de cine?
R: Sí, sí… Fundamentalmente, me considero un hombre de cine al 100%. Reconozco que hay algunas cosas que me apasionan (como la magia o la música) pero con el tiempo descubrí que la verdadera pasión mía es el cine. Son cosas adicionales que están ahí, como pequeños caminos paralelos, que también ayudan a la profesión… La música, la magia, porque gran parte del cine es magia… Pero, sí, descubrí con el tiempo que el cine es la verdadera pasión y profesión mía.
Aquí podéis seguir toda la entrevista:
Entrevista de José Manuel Cruz a Óscar Plasencia - Parte 2
Entrevista de José Manuel Cruz a Óscar Plasencia - Parte 3
Entrevista de José Manuel Cruz a Óscar Plasencia - Parte 4
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