CRÓNICAS OLÍMPICAS PARÍS 2024. DÍA 10: "EL MUNDO SE DERRUMBA Y NOSOTROS NOS ENAMORAMOS"

En el dibujo superior, recreación del momento en que Simone Biles cae de la barra de equilibrio y pierde la posibilidad de ser medalla de oro en dicho aparato


Supongo que será una leyenda con intenciones ejemplarizantes pero se cuenta que, cuando los otomanos estaban ya atravesando las murallas de Constantinopla en 1453, los teólogos bizantinos estaban reunidos en un concilio para discutir cuál era el sexo de los ángeles. A lo mejor, dentro de unos cuantos siglos, alguien relata algo similar y explica que, mientras el mundo estaba a punto de colapsar, cientos de millones de seres humanos estábamos pendientes de los Juegos Olímpicos de París. La guerra de Ucrania lleva ya dos años y medio de duración y no se le ve una resolución que no sea un arreglo más o menos provisional que, antes o después, conducirá a un nuevo conflicto bélico. La guerra entre israelíes y palestinos, iniciada con el ataque de Hamás el 7 de octubre de 2023, amenaza ya a extenderse por todo Oriente Medio sin que nadie parezca capaz de detener la espiral de violencia. Venezuela se encuentra casi al borde de un enfrentamiento civil. Estados Unidos vive de manera soterrada algo así como una guerra civil fría en la que rivalizan dos bandos con posiciones contrapuestas e irreconciliables sobre cómo debe ser el encaje de su país en el mundo Y,hoy, lunes, 5 de agosto de 2024, las bolsas de todo el mundo se desploman como señal de que el dinero empieza a oler que las cosas se van a poner feas. Como broche final, Simone Biles se ha caído de la barra de equilibrio y no ha conseguido medalla. Está claro que hay días en que es mejor no levantarse.


En los dibujos superiores, equipo masculino de China y equipo femenino de China, vencedores en natación en las pruebas de 4 x 100 estilos en sus respectivas categorías


En los Juegos Olímpicos, en la medida en que es un fenómeno global, se pueden detectar indicios de toda esa marejada de fondo que puede ser resumida bajo la idea, muy manida por otra parte, no crean que es demasiado original, de que lo que había ya no funciona pero que no hay nada que lo pueda sustituir eficazmente. Estados Unidos, aunque de forma bastante fatigosa, sigue siendo la primera potencia mundial y, aunque China le pisa los talones, tampoco da muestras de poder tomar el relevo de manera confiable. Si, en estos momentos, tres de la tarde del 5 de agosto de 2024, vemos el medallero, China ocupa el primer lugar de momento con 54 medallas (21 de oro, 17 de plata y 13 de bronce) pero, aunque Estados Unidos ocupa el segundo lugar, tiene más medallas, 72 (19 de oro, 27 de plata y 26 de bronce). Con independencia de que no sabemos cómo serán los números al acabar la competición, no parece que la diferencia entre ambos países sea claramente apreciable. Ello se ha podido ver en las pruebas de natación de relevos de los 4 x 100 estilos. Estados Unidos, que siempre había ganado en la categoría masculina (salvo en Moscú 1980, porque no participó), esta vez ha perdido ante el equipo de China. En la categoría femenina, en cambio, Estados Unidos se impuso, batiendo, además, el récord del mundo de la prueba. En gimnasia artística, el equipo femenino estadounidense se impuso claramente y, en la competición femenina, cuando China lo tenía todo a su favor, vio como un fallo de su gimnasta Su Weide permitía el triunfo de Japón. Como ven, las señales son ambivalentes. Pero, sin reducir la visión de la realidad al enfrentamiento geoesstratégico entre las grandes potencias, hay realidades regionales que también quedan reflejadas en los juegos y que expresan el colosal océano de contradicciones en el cual nos movemos.


En el dibujo superior, recreación del inicio del partido entre España y Marruecos en la semifinales del torneo olímpico de fútbol de París 2024


Hoy, en el torneo masculino de fútbol, se juegan las semifinales y los países que las juegan son, por un lado, Francia y Egipto y, por otro, España y Marruecos. Curiosamente, viene a ser un enfrentamiento simultáneo y simbólico entre las dos orillas del Mediterráneo, la del norte y la del sur, la europea y la árabe. Basta traer a colación unos pocos datos para visualizar con claridad meridiana qué es lo que se cuece en el antiguo mare nostrum de los romanos. Si atendemos a la primera semifinal, Francia tiene un PIB per cápita de 40.886,25 dólares mientras que el de Egipto es de 4.295,41. Es decir, haciendo uso de la aritmética elemental, el PIB per cápita galo representa 9,52 veces el PIB per cápita egipcio Si nos vamos al segundo partido, el PIB per cápita de España es de 29.674,54 dólares mientras que el de Marruecos es de 3.441,99 dólares. Repitiendo la misma operación anterior, la magnitud española es 8,62 veces la anterior. Como hay que contextualizar de algún modo estos números, vamos a ver cuáles son estas mismas cifras para el caso de Estados Unidos y México. El PIB per cápita de Estados Unidos es de 76.329,58 dólares mientras que el de México es de 11.496,52. Por tanto, el PIB per cápita estadounidense es 6,64 veces el mexicano. Es decir, la "insoportable tensión migratoria" en la frontera de Río Grande, que es una de las cuestiones candentes en la campaña para las elecciones presidenciales norteamericanas de noviembre, ocurre en un contexto en el que las diferencias de renta entre los dos países vecinos es significativamente menor que la que existe entre los países del sur de Europa y sus vecinos de la ribera mediterránea del norte de África. Pensar que ello no va a generar una tensión migratoria mayor incluso que la que tiene lugar entre Estados Unidos y México es hacerse ilusiones vanas. Pero aquí ignoramos el problema porque preferimos no enfrentarnos a él.


En los dibujos superiores, recreación de la salida del túnel de vestuarios de la selecciones de Francia y Egipto y momento anterior a la interpretación de los himnos nacionales en la segunda semifinal del torneo olímpico masculino de fútbol de París 2024


Llega un punto en el que vivir con todas estas contradicciones, y solo hemos citado algunas, en realidad muy pocas, se hace insostenible y todo acaba estallando por algún lado. Pero, por suerte o desgracia, la vida cotidiana marcha siempre tranquila y serena y todo sigue igual hasta que el mundo deja de ser lo que era y se convierte en algo muy diferente, no necesariamente mejor. Pero a todos nos pasa como a Humphrey Bogart en Casablanca: que, mientras los nazis entraban en París, él en lo que pensaba era en vivir su historia de amor con Ingrid Bergman. Nosotros, parafraseándolo, podemos decir que hay guerras, que las bolsas de desploman y, mientras tanto, nosotros vemos las olimpiadas. No se crean: siempre ha solido pasar más o menos lo mismo. Y por cierto: seguimos sin saber cuál es el sexo de los ángeles.


En los dibujos superiores, equipo femenino de EE.UU ganador de la medalla de oro de la competición de gimnasia femenina y podio del mismo torneo en categoría masculina con las selecciones de Japón (oro), China (plata) y Estados Unidos (bronce)




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